Y ahora para algo totalmente diferente.

Un pensamiento para variar algo este blog.

Todos pasamos en algún momento por la vida como zombies, simplemente dejándonos llevar y actuando por instínto en un ciclo interminable de rutinas. Nos encerramos en nuestros grupos y nuestras actividades y excluímos al mundo exterior tal vez por miedo o por conformidad.

De vez en cuando sin embargo encontramos que nuestro pequeño mundo se expande si tan solo abrimos una pequeña puerta y vemos el mundo más allá de lo geométrico en lo que lo hemos convertido.

El miedo a no ser aceptados nos paraliza ante estas puertas que mantenemos cerradas y no podemos regalar una pequeña sonrisa que tal vez es lo que necesita alguien para alegrar un poco esos días en los que todo parece ser una repetición.

Las personas que nos rodean tienen tánta desconfianza que luego creen que todos son iguales y que los pocos que aún queremos creer y tenemos la simple intención de conocer a alquien más y poder ver un poquito del mundo a través de sus ojos también tenemos un motivo ulterior.

Estamos tán preocupados de cómo nos ven los demás que no dudamos en mentir y mostrar nuestras hipócritas máscaras con tal de ser siempre vistos como algo más de lo que en realidad somos.

Es por ello que es refrescante a veces encontrar a algunos que no dudan en al menos intentar enlazar unas palabras y encontrar un punto común, a esas personas auténticas que son muchísimo más de lo que los juzgan, una cara bonita, una mente privilegiada, un futuro prometedor. Son pocas esas personas y en muchos casos se dejan influenciar y llevar por aquellos que realmente sólo ven lo superficial.
Tal vez pensar así me hace raro pero lo prefiero a ser parte de la conformidad, prefiero mil veces una amistad perdurable y real que cientos de amistades que sólo te brindan su amistad mientras les seas útil.